Información para Mamás

Maternidad

En la Clínica de la Mujer te ofrecemos actividades, encuentros y cursos para informarte con material audiovisual, y elementos de vanguardia sobre el trabajo de parto, lactancia, cambios en tu cuerpo y puerperio como también cuidados del Neonato

Club sólo Mamá

Recién nacidos

Club sólo Mamá

Tu espacio donde además de estas actividades te ofrecemos encuentros y cursos para informarte con material audiovisual, y elementos de vanguardia sobre el trabajo de parto, lactancia, cambios en tu cuerpo y puerperio.

¿Qué ofrecemos?

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer está expuesto a enormes cambios, no solamente físicos sino psicológicos, de ahí la gran importancia que San Lucas Maternidad otorga al hecho de brindar a las embarazadas la mayor contención posible mientras transitan esta etapa.

Los cambios se manifiestan externamente con la modificación evidente del cuerpo, pero también internamente ya que los órganos se acomodan para dar espacio al crecimiento constante del útero.

Para hacer frente a los cambios psicológicos, ofrecemos charlas sobre la anatomía del cuerpo de las futuras madres, el desarrollo del embrión, el momento del parto, etc. Buscamos brindar confianza, seguridad y quitar los miedos que normalmente se instalan frente al momento del nacimiento.

Promovemos la práctica de la relajación, que permite a las embarazadas eliminar el cansancio físico y mental, logrando que toda su energía sea canalizada hacia donde verdaderamente se necesita: la formación de la nueva vida.

Por otra parte, la práctica regular de técnicas de respiración aporta mayor oxigenación a la sangre, lo que beneficiará por partida doble tanto a la mamá como al bebé.

El estar en contacto con el cuerpo ofrece una manera más de comunicarse con el bebé y fortalecer el vínculo generado en forma temprana, pero fundamentalmente le permite comprender y ayudar al propio cuerpo durante el parto.

Te invitamos a conocer el Club Solo Mamá, tu espacio donde además de estas actividades te ofrecemos encuentros y cursos para informarte con material audiovisual, y elementos de vanguardia sobre el trabajo de parto, lactancia, cambios en tu cuerpo y puerperio.

¡Llamanos para acordar una cita y vení a conocernos!

Nuestras actividades

Beneficios del Aquagym:

¿Sos sedentaria o muy activa? El Aquagym permite regular la intensidad y progresión de la actividad; se adapta a mujeres sedentarias o muy activas.

¿Sos ágil o te cansas rápido? El Aquagym mejora el sistema cardio-respiratorio y el estado físico y anímico en general: la mujer embarazada también puede sentirse ágil y activa.

¿Sos ansiosa o tranquila? El Aquagym disminuye la ansiedad y los desórdenes del sueño, propios de esta etapa. La temperatura y el roce del agua contribuyen a la relajación corporal y emocional, brindando además una construcción y aceptación más completa y placentera de la nueva imagen corporal.

¿Tenés buena respiración o necesitás mejorarla? Esta actividad ayuda a la correcta oxigenación del cuerpo con el trabajo respiratorio y ejercita las fases de tensión y relajación necesarias para el trabajo de parto y alumbramiento.

Además, profundiza el contacto con el estado de placidez y contención del bebé en gestación al utilizar la voz, el ritmo y los mecimientos: el movimiento es la primera forma de comunicación con el bebé.

Te integra a grupos con necesidades compartidas permitiéndote intercambiar información y vivencias particulares. Todos los ejercicios son pensados para vos, sin afectar a tu bebé. Te prepara corporal y emocionalmente para uno de los momentos vitales más impactantes de la vida humana.

¡Si querés empezar ya, te ofrecemos una gran variedad de horarios para que no tengas excusas!. Consultá telefónica o personalmente.

¿Qué beneficios te brinda la práctica de las asanas?

  • Genera lugar entre la caja torácica y el abdomen, para que el bebé esté más cómodo y con más espacio.
  • Contribuye a que tengas la espalda derecha.
  • Ayuda a elongar los músculos abdominales (por las estrías) y generar más espacio para el bebé.
  • Evita el estreñimiento.
  • Mejora el retorno venoso y la circulación.
  • Previene y combate molestias en la zona lumbar y el nervio ciático.
  • Profundiza la práctica respiratoria tendiente a serenar y aliviar la ansiedad.

En Yoga lograrás eliminar tensiones del cuerpo, aquietar tu mente y aprenderás a respirar conscientemente. Desde lo físico lograrás mantener la agilidad, evitar dolores de cintura y reducir la hinchazón y el calambre de piernas. El yoga actúa sobre las emociones y ayuda a enfrentar la ansiedad y los miedos naturales en esta etapa.

Esta actividad consiste en el trabajo corporal con esferas. Nos ayuda a ampliar nuestras posibilidades de movimiento y a las embarazadas en particular les brinda una sensación de flotación comparable a la del bebé en el útero.

Las esferas otorgan la posibilidad a las embarazadas a ponerse en posiciones no habituales, como por ejemplo boca abajo, sin experimentar incomodidad.

En Solo Mamá podés practicar esferodinamia únicamente o complementarla con cualquiera de las actividades mencionadas anteriormente.

Consultá horarios llamando al (0299) 443-9225/9446.

El curso de preparto (psico-profilaxis) ofrece un espacio para interactuar con las mamás y compartir sus experiencias personales. Ayuda a comprender los cambios producidos en tu cuerpo, ahuyentando dudas y temores que puedan surgir. Clase a clase tu confianza se irá afianzando mediante el aprendizaje para estar física y emocionalmente preparada para el momento del parto.

Podés optar entre todas las profesionales que dictan el curso en el Club; y tenés diferentes horarios para que puedas asistir con quien elijas que te acompañe.

Lactancia, nutrición, relajación… Todo aquello que te ayude a estar en armonía para esperar a tu bebé. Consultanos cuáles son los talleres del mes.

  • Taller de Maternidad: Un espacio que te ayudará a estar serena y superar las posibles dificultades que tengas, para que puedas disfrutar con alegría la gestación de una nueva vida. Jueves 19:30 a 21:00 h. Solicitar entrevista.
  • Taller de Nutrición en el Embarazo: ¿Por qué tengo cambios en mi digestión? ¿Cómo los mitigo? ¿Qué debo comer si estoy más tiempo en casa? ¿Y si trabajo todo el día fuera? ¿En qué alimentos encuentro los nutrientes recomendados? ¿Y después del parto, cómo recupero mi peso? En los talleres sobre Nutrición en el Embarazo que se dictan en el Club Solo Mamá de la Clínica de la Mujer vas a encontrar las respuestas y seguramente podrás aprender mucho más. Son 4 charlas independientes entre sí, que se pueden hacer juntas o de manera individual, a tu propio ritmo. Martes 18.30 h.

Lactancia: Ventajas, cuidados y consejos

El amamantamiento es la continuación de la estrecha relación afectiva entre la madre y el bebé, vínculo que se ha iniciado durante el embarazo

Lactancia materna total o exclusiva significa que el niño no recibe ningún otro líquido o sólido fuera de la leche materna.

  • El amamantamiento favorece el vínculo madre-hijo.
  • Facilita el óptimo crecimiento y desarrollo del bebé.
  • Hasta los 6 meses de vida puede suministrarse como único alimento, ya que aporta todos los nutrientes que el bebé necesita.
  • El niño amamantado tiene menos episodios de diarrea e infecciones respiratorias y si las padece serán más leves.
  • La lactancia exclusiva disminuye los casos de obesidad del lactante y previene la aparición de alergias y/o eczemas.
  • En la mujer, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario.
  • Si bien no asegura la anticoncepción, el amamantamiento frecuente y exclusivo ayuda a espaciar los hijos, pues produce inhibición de la ovulación.

Durante el embarazo, la mujer experimenta cambios en sus mamas, las cuales se preparan para la futura lactancia.

En los últimos meses puede aparecer una sustancia de color amarillo llamada calostro. La ausencia del mismo no debe preocupar, ya que no tiene relación con la posterior producción de leche.

La leche humana es producida por células especiales (alvéolos) localizadas en las mamas y comunicadas a través de una red de conductos que guían la leche hacia los senos lactíferos colectores ubicados debajo de la aréola, terminando en el pezón.

  • Utilizar sólo agua para la higiene de los pezones, debido a que limpia la piel y preserva la grasa natural que la protege. El cepillado o frotado de los pezones es innecesario y suele lastimarlos. El jabón o alcohol quitan la grasa propia de la piel del pezón y lo hacen más fácilmente agrietable.
  • Airear los pezones alrededor de 15 a 20 minutos por día.
  • Si los pezones fueran planos, retráctiles o umbilicados, existen ejercicios para mejorarlos; éstos deben ser evaluados y autorizados por el médico obstetra, dado que pueden producir contracciones uterinas por mecanismos neurorreflejos.

El estímulo más importante para favorecer la bajada de leche es la succión del bebé.

Cada vez que el niño es puesto al pecho, la madre libera hormonas que desencadenan la producción y expulsión de leche, haciéndola salir de los alvéolos hacia los conductos y colectores.

Este reflejo de eyección de leche puede ser inhibido por ansiedad, miedo o dolor. Por eso es muy importante estar cómoda y relajada antes de cada mamada.

Los primeros días después del nacimiento, la madre produce calostro, de gran valor nutritivo y anti-infeccioso. A partir del 3° día -aunque puede demorar más- se observa la bajada de leche.

Es aconsejable poner al bebé al pecho dentro de la primera hora de vida, ya que después del nacimiento el niño está especialmente alerta y esto facilita la primera prendida. La misma se puede realizar en Sala de Partos o en la habitación; a la cual el bebé puede ir directamente con sus padres desde el Centro Obstétrico, de no mediar ninguna indicación médica contraria.

  • Se recomienda alternar estas posiciones, ya que esto facilita el mejor vaciamiento de todos los colectores del pecho y, además, ayuda a prevenir las grietas en el pezón.
  • Es importante estar cómoda y relajada durante las comidas.
  • Sostener al bebé con un brazo y con la mano libre tomar el pecho con el pulgar por encima de la aréola y los otros dos dedos por debajo de la mama y así ofrecerle el pecho al bebé; asegurándose que los labios abarquen la mayor parte de la aréola. Esto permite una succión más eficaz, mayor remoción de leche y evita que se lastime el pezón.
  • El tiempo de duración de cada mamada varía según el binomio madre-hijo y debe ser flexible. Dejar que tome del primer pecho hasta que la succión empiece a ser más lenta y del segundo hasta que esté satisfecho. La mayoría de los bebés maman de 5 a 20 minutos por lado.
  • Los primeros días hasta que baje la leche, es importante poner al bebé al pecho todas las veces que sea posible; logrando entre 6 a 8 comidas efectivas en 24 horas. Algunos bebés comen hasta 10-12 veces.
  • La alternancia de los dos pechos en cada toma (comenzando por el útimo del cual el bebé succionó en la toma anterior) favorece el mejor vaciado de las mamas y permite que ambas reciban similar estímulo. Es conveniente que el niño vacíe una mama antes de ofrecerle la otra, de modo que reciba la leche del final que tiene un mayor contenido de grasa.

  • No es infrecuente que el niño mame solo de una mama cada vez.
  • Para retirarlo del pecho: introducir suavemente un dedo en la comisura de los labios y separar la mandíbula para evitar que el pezón se lastime.
  • Cuando baja la leche, los pechos pueden sentirse tensos, calientes y doloridos. Es aconsejable que previo a la prendida del bebé, se realicen fomentos tibios a calientes en las mamas; masajeándolas como si fuera un rodillo y de forma circular; ablandando la aréola. Luego de la mamada, si continúan llenos, vaciarlos haciendo extracción manual.

  • Colocar el dedo índice y el pulgar extendidos sobre el borde de la aréola y luego empujar la mama hacia atrás (como para acercarla a las costillas).
  • Luego cerrar los dedos con movimiento de pinza, tratando de que se toquen por detrás de la aréola. Si la maniobra está bien hecha, saldrá una gota de calostro y, unos días después del parto, saldrá un chorrito de leche.

 

  • Es aconsejable que la madre y el bebé permanezcan juntos día y noche. La tranquilidad de tener al niño a su lado y el amamantarlo a libre demanda, favorecen en gran medida la bajada de leche y la disposición de la madre para tener una lactancia exitosa.
  • Si bien está muy difundida la práctica de administrar solución glucosada como complemento durante los primeros días, esto no sólo no es necesario, sino que interfiere con el desarrollo del amamantamiento. El niño que recibe este tipo de complemento está menos despierto para succionar y estimula menos la producción de leche materna.
  • El uso del chupete es una práctica muy discutida. Se ha visto que el uso indiscriminado del mismo incide en el éxito y duración de la lactancia, puesto que modifica el patrón original de succión-deglución. En el caso de que un bebé alimentado, satisfecho y cambiado necesite succionar para dormirse, se le puede ofrecer el pecho y/o, eventualmente, un chupete sólo para conciliar el sueño.

Pezones planos o invertidos: es fundamental que el bebé haga su primera mamada en la sala de parto o en la primera hora de vida, cuando el pezón y la areola crecieron por efecto de la oxitocina. También habrá que aprovechar las primeras 24 a 48 horas en las que sale calostro y la mama aún está blanda. Se debería evitar ofrecerle chupetes y mamaderas, ya que la experiencia oral con un objeto largo y duro es radicalmente distinta a mamar en un pezón. Cuando los pechos están muy llenos: antes de que se prenda se debería extraer un poco de leche para ablandar la zona areolar.

Mamas supernumerarias: es el tejido mamario en una ubicación no habitual como, por ejemplo, la axila. Hay dos posibilidades: que tenga conducto de salida y que segregue leche como cualquier mama o que se trate sólo de tejido glandular –mucho más frecuente– y genere dolor al tercer día después del parto, pero luego, al no vaciarse, se torne improductiva. Para aliviar las molestias se recomienda el uso de analgésicos y frío local.

Dolor: es el principal síntoma de la mayoría de los problemas de la lactancia. Muchas mujeres piensan –erróneamente– que es normal que les duelan los pechos. Lo cierto es que la causa más frecuente de dolor en los pezones es el mal acoplamiento boca-pecho al mamar. Otra causa común está vinculada a la infección de la piel del pezón y la areola. En cualquiera de los dos casos, el dolor interfiere con el mecanismo de eyección de la leche haciendo que el bebé no reciba suficiente y lo manifieste con llanto, generando angustia en su madre, inhibiendo aún más la eyección de la leche y entrando en un círculo vicioso.

Grieta o fisura de pezón: en general se deben a técnicas de amamantamiento incorrectas, ya sea en la posición madre-hijo o en el acoplamiento boca-pecho. Se da por la presión o tracción exagerada del pezón o por el roce de la lengua en la punta del mismo cuando el bebé succiona en forma disfuncional. Si la grieta es leve o reciente, se corrige cuidando que la lengua del niño esté de frente al pecho y que el pezón y la areola queden dentro de la boca del niño. Después de cada mamada, se cubren la areola y el pezón con leche materna y se dejan secar al aire. De ser posible, ayuda exponerlo al sol unos minutos. Debe empezarse el amamantamiento por el pecho menos dolorido y habitualmente en 24 horas la situación se supera. En cambio, si la grieta es extensa y dolorosa, debe ponerse al bebé a mamar con los labios paralelos a la grieta de modo que los bordes entren juntos a la boca. Si el dolor es demasiado habrá que suspender una o dos tomas, realizar extracción manual cada 3 o 4 horas y darle la leche con cucharita, jeringa o gotero. No es recomendable usar crema de caléndula ya que mantiene más húmedo el tejido, demorando más la cicatrización.

Congestión por ingurgitación mamaria: se da durante la bajada de leche y puede deberse a un aumento de la vascularización (presión de los vasos sanguíneos) o a la acumulación de leche. Las mamas suelen estar sensibles, grandes, duras, pero puede extraerse leche. La prevención y el tratamiento consisten en aplicar una técnica de amamantamiento adecuada y darle de mamar frecuentemente. Si la congestión compromete la areola, el bebé no será capaz de introducirla en su boca y habrá que extraer la leche manualmente hasta ablandar la zona. La congestión por acumulación de leche puede acompañarse de edema (acumulación de líquido) que en casos extremos impide la salida de leche. Las mamas se ven muy duras, dolorosas, calientes y, en algunos casos, enrojecidas. El tratamiento incluye masajes para favorecer el vaciamiento, extracción manual frecuente y luego aplicación de frío local para disminuir la congestión. El cuadro cede cuando se disminuye el edema y la leche fluye nuevamente, aproximadamente a los dos o tres días de iniciado el tratamiento.

Reflejo de eyección inhibido: la inseguridad, la tensión y el dolor al amamantar pueden interferir con el reflejo de eyección de leche impidiendo un buen vaciamiento mamario y provocando, por lo tanto, una disminución en la producción de leche. El bebé se frustra al no obtener suficiente cantidad de leche como para satisfacer su hambre y se pone ansioso, se irrita, se aleja del pecho echando la cabeza hacia atrás, llora y no quiere acercarse nuevamente. Esto lo condiciona a rechazar el pecho cuando empieza la mamada, aumentando aún más la tensión de la madre. Alimentarlo con suplementos en mamadera no ayuda, se debe revisar la técnica de amamantamiento y solucionar la causa del dolor y tensión de la madre.

Reflejo de eyección excesivo: al iniciarse la mamada se puede descargar mucha leche y el bebé se atraganta o le produce distensión gástrica dolorosa. La mamá debe estar atenta a esta situación para retirar al bebé del pecho al observar que no puede con el volumen de leche y es conveniente que lo coloque sobre ella de cúbito dorsal o lo siente en posición vertical o a caballito. En estos casos, el bebé ingiere mayor volumen de la primera leche, que contiene más cantidad de lactosa y menos grasa, hecho que lo inquieta, lo irrita y le provoca cólicos, regurgitaciones, deposiciones frecuentes y líquidas. El problema se soluciona dándole la segunda leche (con más grasa y más calorías) en cada mamada, extrayendo un poco de leche antes de iniciar la mamada y dándole al principio sólo de un lado, espaciando el vaciamiento de cada mama.

Las complicaciones vinculadas a la lactancia tienen que ver con múltiples factores y pueden afectar tanto a la mamá como al bebé. Que sea exitosa depende, en gran parte, de un entendimiento óptimo entre ambos y de un apropiado soporte de la familia y del equipo de salud que los atiende. Toda consulta de lactancia debe ser considerada y tratada con urgencia, para evitar complicaciones.

La leche humana puede conservarse alrededor de 3 días en el refrigerador (no en la puerta) y 3 meses en el freezer. Luego de hacer la extracción (manual o con sacaleche) en bolsa o recipiente estéril, rotular colocando la fecha de extracción. Guardar en freezer o heladera. Si es leche congelada, una vez sacada del freezer, debe ser usada dentro de las 24 h.

Para descongelar: no usar microondas ni calentar directo al fuego. La leche debe darse a temperatura ambiente.

Es el tiempo que sigue al parto y que dura aproximadamente seis semanas. En este período lo más importante a tener en cuenta es:

  • Las pérdidas: Durante los tres o cuatro primeros días las pérdidas de sangre son rojas, luego disminuye la cantidad y van siendo rosadas hasta transformarse en líquido seroso, amarillento.
  • La episiotomía: Es la incisión y posterior sutura realizada en el periné por el obstetra con el objetivo de facilitar la salida del bebe y evitar el desgarro.
  • Se debe higienizar de 3 a 5 veces por día.
  • Cambiar los apósitos las veces que sea necesario. Luego de la higiene se puede utilizar secador de pelo en frío para favorecer la cicatrización. Recuerde que los puntos no necesitan ser extraídos, caen solos entre los 7 y 10 días posteriores.
  • La diuresis: La vejiga ocupada con orina desplaza el útero hacia arriba impidiendo su retracción y genera dolor. Miccione frecuentemente cada 3 o 4 horas, esto favorece la retracción uterina y reduce el dolor.
  • En este período las madres suelen tener mucha sed, tome el líquido necesario para satisfacerla.
  • Durante el tiempo que dure el amamantamiento, las madres necesitan 500 calorías adicionales diarias, por lo tanto no es aconsejable realizar regímenes hipocalóricos.
  • Se ha comprobado que el fumar disminuye la producción de leche, trate de evitarlo.
  • Los primeros días después del nacimiento suelen ser muy agitados y las madres duermen poco. Es importante descansar aprovechando los momentos en que el bebé está tranquilo. Uno de los factores que más favorece la producción de leche es el descanso.

El final de la Licencia por Maternidad suele ocurrir a una edad del niño en la cual la lactancia materna sigue siendo muy importante. La Organización Mundial de la Salud, UNICEF y el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan que la misma sea exclusiva hasta los 6 meses de vida, continuando luego con lactancia materna complementada con alimentos adecuados.

Mantener la lactancia luego de la reinserción laboral suele ser un desafío para las madres y requiere del apoyo de muchas personas: el equipo de salud, la familia, los compañeros de trabajo y el empleador.

Si bien algunos trabajos pueden ser realizados en las casas o cerca del domicilio, aprovechando al máximo la hora o las dos media hora que por ley tienen todas las madres, en otros casos esto no es posible. En estas situaciones es fundamental que dentro del lugar de trabajo exista un espacio donde las madres extraigan y conserven su leche durante la jornada de trabajo, para que pueda ser administrada al bebé por la persona a cargo de su cuidado. Por otro lado la extracción durante el horario laboral evita la congestión mamaria y garantiza la producción de leche.

El Ministerio de Salud de la Nación promueve la creación de un Espacio Amigo de la Lactancia en todos aquellos ámbitos laborales donde se desempeñen 20 o más mujeres en edad fértil, o bien de un espacio análogo temporario si el número es inferior a dicha cantidad.

Cuidados del Neonato

Te acercamos información útil para conocer y cuidar a tu bebé recién nacido

Cuando llega la noticia de que un bebe viene en camino, hay muchas cosas en qué pensar. El uso de una sillita adecuada reduce el riesgo de muerte en un 71% y la necesidad de hospitalización después de un choque en un 69% de los casos.

Nadie planea tener un accidente y la gran mayoría de ellos ocurre cerca de casa y a baja velocidad. Los niños de hasta 4 años son los pasajeros más vulnerables dentro del automóvil cuando no son transportados en forma adecuada.

Los accidentes de tránsito constituyen una importante causa de morbimortalidad y representan la primera causa de muerte en menores de 14 años en Estados Unidos y Europa. En la Argentina, la situación también es muy grave, los accidentes de tránsito en nuestro país ocupan el primer lugar como causa de muerte en menores de 35 años de edad.

La organización Luchemos por la Vida indica que 22 personas mueren por día; hay 7.659 víctimas fatales por año (estimación 2010), más de 120 mil heridos de distinto grado y miles de discapacitados. Por otro lado, las pérdidas económicas del tránsito caótico y accidentes de tránsito superan los U$S 10.000 millones anuales.

Los niños en el auto siempre deben viajar atrás:

MITO: A mi bebé lo llevo en brazos porque es más seguro.

REALIDAD: En caso de choque, aún a 10 Km./h, un adulto es expulsado de su asiento hacia adelante y la tendencia instintiva es abrir los brazos para frenar el impacto. En un instante habrá soltado al bebé.

MITO: Solamente hace falta si se circula en ruta a gran velocidad.

REALIDAD: El 70% de los accidentes ocurren en trayectos cortos, a menos de 15 Km. del domicilio y a alrededor de 50 Km./h. A esa velocidad, el impacto del choque es similar a una caída de un 4º piso.

MITO: Las sillitas son caras y se usan poco tiempo.

REALIDAD: Si bien es cierto que hay que hacer un gasto extra, cualquier lesión grave acarrea más gastos y la vida de los hijos es invalorable. Pueden utilizarse 2 tipos de silla: silla para bebés (hasta los 9 Kg.) y silla de seguridad convertible que se puede adaptar a recién nacidos (hasta 20 Kg).

  • Los niños que pesen hasta 9 kg. y/o alcancen el año de edad, deber ir sentados con la silla orientada hacia atrás porque esto reduce el riesgo de lesión de la columna cervical en el caso de una colisión.
  • Nunca se deberá colocar una silla orientada hacia atrás en el asiento delantero, el asiento trasero es el más seguro para niños de cualquier edad.
  • En los asientos de seguridad orientados hacia atrás, los cinturones que van sobre los hombros deben estar colocados en los ojales más bajos, los hombros del niño deben estar por encima de ellos y el broche central debe ser colocado en el medio del pecho.
  • Los asientos convertibles deben ser utilizados hasta que el niño pese 20 kg. En recién nacidos se deben usar con adaptadores.
  • Los padres deben ser instruidos para que lean el manual de la silla cuidadosamente y para que prueben el asiento antes de comprarlo.
  • Existen dispositivos que sirven para trabar los cinturones inerciales y evitar el desplazamiento de la silla en el caso de una colisión. Estos se encuentran en la parte de atrás de las sillas y deben ser colocados siempre.

Desde el momento del alta, los recién nacidos deben viajar en su silla de autos:

  • En el asiento trasero
  • Ubicada en el medio
  • Orientada hacia atrás
  • Sujetada con el cinturón de seguridad
  • Con una inclinación de 45º

 

El llanto es la manera que tienen los bebés de expresar sus necesidades y puede significar distintas cosas.

Los primeros días, los padres suelen sentirse angustiados por no poder distinguir la causa y, por lo tanto, les resulta difícil saber qué hacer. Sin embargo, esto no debe preocuparlos, a medida que pasen los días aprenderán a conocer mejor a su bebé y encontrarán la manera de calmarlo.

Las madres suelen distinguir el llanto de sus hijos del de otros recién nacidos antes del tercer día y, en general, pueden diferenciar los distintos tipos de llanto a partir de las dos o tres semanas de vida. La mayoría de los bebés lloran mucho, aunque no todos lo hacen de igual manera, por las mismas causas, o a las mismas horas del día. Sin embargo, numerosas observaciones de niños sanos coinciden en mostrar un comportamiento característico: en general el llanto es más prolongado e intenso entre las últimas horas de la tarde y las primeras de la noche, habiendo un aumento progresivo del mismo desde el nacimiento hasta las seis semanas, seguido de una disminución gradual hasta los tres a cuatro meses.

Esta tendencia se ha observado en niños de distintas culturas que reciben estilos de atención muy diferentes. Por lo tanto, esta secuencia no parece ser casual, sino que corre paralela a otros aspectos del desarrollo infantil, tales como la organización del sueño, el aumento de la atención durante el estado de alerta y los avances en la coordinación manos-boca.

La reacción universal al llanto de un bebé es levantarlo y acunarlo. Este acto aparentemente tan natural plantea, sin embargo, muchas dudas y preguntas a la mayoría de los padres: ¿llora porque mi leche no es buena o es insuficiente?, ¿alzarlo es malcriarlo?, ¿es malo dejarlo llorar?, ¿es preferible calmarlo en la cuna o alzarlo? Si bien no hay una respuesta única a muchas de estas preguntas, algunos estudios y observaciones han permitido demostrar que en la gran mayoría de los bebés no hay relación entre llanto y tipo de alimentación (pecho o biberón).

Por otro lado, observaciones realizadas en bebés en diferentes países (industrializados o no), sugieren que tenerlos en brazos durante más tiempo disminuye a menos de la mitad el tiempo de llanto, sin producir la llamada “malcrianza”, y facilita el establecimiento de una relación sana con quienes lo cuidan y comprenden sus necesidades. Hay estudios que demuestran que cuando se atiende el llanto de un bebé antes de los 90 segundos, se puede lograr calmarlo en alrededor de 5 segundos, pero cuando la atención se brinda pasado ese lapso se necesita mucho más tiempo. Sin embargo, es también importante evitar la sobreestimulación sobre todo cuando está somnoliento y llora, ya que es normal que se porte así cuando está llegando al llamado “sueño activo” que precede al “sueño quieto”. En esta situación acunarlo suavemente, sin levantarlo, por lo general ayuda al desarrollo de un patrón de sueño normal. Lleva tiempo aprender el lenguaje de cada bebé. Descifrarlo es una fuente de enorme satisfacción para los padres.

Si bien durante mucho tiempo se creyó que los recién nacidos tenían pocas posibilidades de comunicación, muchos estudios mostraron que pueden relacionarse con quienes los rodean y que tienen capacidades sensoriales perfectamente desarrolladas desde el nacimiento.

El recién nacido ve y escucha. Alcanza a ver a una distancia de alrededor de 30 cm y puede alinear sus ojos con los de sus padres, también es capaz de imitar los gestos de los adultos. La visión del color se va desarrollando en los primeros 4 a 6 meses de vida. Prefiere las caras humanas a los objetos y las voces a otros sonidos.

Es capaz de reconocer la voz de su madre, ¡la escucha desde su vida intrauterina! Prefiere los sonidos agudos y las frases repetidas que habitualmente los padres usan al hablarles. Tiene el sentido del tacto perfectamente desarrollado, por eso la piel es tan vital para su conexión con el entorno y necesita de caricias, que lo acunen y abracen.

Los recién nacidos duermen mucho, entre 16 a 18 horas por día. Durante las primeras semanas de vida no suelen tener un horario establecido ni distinguen bien el día de la noche. Los bebés, al igual que los adultos tienen distintas etapas y grados de profundidad del sueño y, dependiendo de la etapa en que se encuentren, pueden moverse o estar muy quietos.

Los estados de conciencia oscilan desde el sueño profundo al llanto:

  • Sueño profundo: mantienen durante el mismo los ojos cerrados y tienen una respiración regular sin actividad motriz. Pueden tener breves sobresaltos pero no se despiertan.
  • Sueño activo o sueño de movimientos oculares rápidos (REM): en este sueño liviano y alerta, si bien mantienen los ojos cerrados, a través de los párpados se observan movimientos oculares. Aunque muestran poca actividad pueden tener movimientos no coordinados y sacudidas. La respiración es irregular, superficial y más rápida que la observada durante el sueño profundo.
  • Somnolencia: tienen los ojos semiabiertos y moderado nivel de actividad. La estimulación durante esta etapa probablemente los lleve a un estado más activo y perceptivo.
  • Alerta o despierto: están atentos y tranquilos con pocos movimientos. En este estado los padres pueden obtener una excelente comunicación con sus bebés.
  • Activo: suelen estar inquietos con movimientos de miembros superiores e inferiores. Pueden pasar al llanto o, con estímulos adecuados, calmarse.
  • Llanto: es la manera que tienen de expresar sus necesidades y puede significar diferentes cosas: hambre, dolor o simplemente atención. En este estado es fundamental hablarles, acunarlos y acariciarlos.

Los padres aprenderán, con el correr de los días, a reconocer y predecir los diferentes estados de conciencia de sus hijos. Esto les permitirá relacionarse mejor con ellos.

Consultorios médicos

Contamos con un staff de médicos especialistas de reconocida trayectoria y enfermeras altamente capacitadas.